09 diciembre, 2016

CONVOCATORIA 2017



CONVOCATORIA PARA LA CAMPAÑA 2017
PROGRAMA DE INTERCAMBIO SOLIDARIO

ASOCIACIÓN ESPAÑOLA PARA LA ENSEÑANZA DE LAS CIENCIAS DE LA TIERRA

¡TU PARTICIPACIÓN ES NECESARIA!

Ya está en marcha la campaña de 2017 encuadrada dentro del Plan La Educación, Puerta del Desarrollo que AEPECT viene realizando desde el año 2002. Encontrarás información detallada de este proyecto en la página web www.aepect.org, en el blog aepect.blogspot.com o en nuestros perfiles en Facebook (AEPECT Solidaria) y en el twitter (aepectsolidaria).  Puedes participar en una de estas modalidades:

1º. COMO VOLUNTARIO/A
Se constituirán varios equipos multidisciplinares para formar maestros y maestras en diferentes regiones de Bolivia y/o Perú. Es una actividad  no  remunerada y el voluntario/a corre con los gastos de avión. Debes ser una persona responsable, capaz de trabajar en equipo, adaptable, tolerante, con mucha motivación y con experiencia profesional de dos años en alguno de los siguientes ámbitos:
EDUCACIÓN INFANTIL
EDUCACIÓN PRIMARIA
EDUCACIÓN ESPECIAL Y LOGOPEDIA
SANITARIO/A
EDUCACIÓN SECUNDARIA: Lengua, Matemáticas y Ciencias.            
                                                                  


            

Fotos Campaña 2016 en Bolivia

Estancia aproximada requerida en Latinoamérica: del  6 de Julio al  30 de Julio de 2017.
Información y solicitudes: si tienes interés en participar, envía tu Curriculum Vitae a  voluntariadoaepect@gmail.com

Fecha de solicitud: tendrán prioridad las solicitudes presentadas antes del 1 de Febrero de 2017.
Selección de los participantes y concreción del trabajo: los solicitantes que cumplan los requisitos recibirán un formulario que deben rellenar y la convocatoria para una reunión informativa a la que se podrá asistir el día 18 o 25 de febrero según las ciudades. Posteriormente, con los que sigan interesados y sean preseleccionados,  se convocará una reunión que tendrá lugar en Madrid el 11 y 12 de marzo. En ella se  realizará la selección definitiva y concretarán fechas, lugares, equipos y planes de trabajo.

2º. PARTICIPANDO EN ACTIVIDADES DE SENSIBILIZACIÓN

Con la tutorización del Equipo de AEPECT Solidaria, el profesorado puede llevar a cabo con su alumnado actividades dinámicas, motivadoras y solidarias para conseguir fondos y al mismo tiempo conocer otras realidades educativas, sociales y culturales. Con lo conseguido por cada centro se desarrollan microproyectos de naturaleza socioeducativa.
Es una experiencia muy gratificante. Más información en voluntariadoaepect@gmail.com.

3º. APORTANDO FONDOS ECONÓMICOS

También puedes colaborar con este proyecto haciendo una aportación económica puntual, o con periodicidad anual (escribe a accionsolidariaaepect@gmail.com), en la cuenta corriente que la AEPECT ha abierto con este fin:

"AEPECT SOLIDARIA": cuenta           ES97 3025 0006 26 1500000772
¡Difunde esta convocatoria! ¡Muchas Gracias!





05 octubre, 2016

Microproyectos 2016

Mucha gente pequeña, en lugares pequeños,haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo" E.Galeano.

Y es así, como en AEPECT Solidaria, sentimientos nuestros  microproyectos, que son la segunda actividad, junto al Intercambio Docente Solidario, al que dedicamos nuestras energías e ilusión.

Este año se ha estado trabajando en dos, uno en la comunidad de San Félix y la continuación de nuestra colaboración con San Miguel de Velasco.

La colaboración con San Félix, una unidad educativa constituida en dos aulas y a la que asisten 24 alumnos/as, ha consistido en la dotación de material didáctico y educativo (cartillas de lectura, libros de texto, diccionarios, juegos de construcción, puzles, libros de lectura,…), dos ordenadores portátiles así como la dotación de material deportivo (balones, aros, cuerdas,…) y las respectivas equipaciones para los niños/as que participan frecuentemente en encuentros deportivos en su localidad.

La entrega se realizó en un acto público el pasado 15 de septiembre con la presencia del alcalde municipal, la asambleísta de la zona, la juez de la niña y niño, junta escolar de San Félix, un representante de UNICEF, representantes del IBCE instituto boliviano de Comercio exterior y por supuesto además de los niños y la directora y el profesor de la unidad educativa estuvieron los padres y madres y los encargados de la comunidad.

Otro año más, AEPECT continua su colaboración con FASSIV San Miguel con la dotación de material didáctico, deportivo así como andadores y sillas de ruedas infantiles que llegaron a su destino el pasado 25 de septiembre.

Agradecemos a Lidia Maysser y a todo su equipo de trabajo por su sostenida dedicación y compromiso permitiendo que estos microproyectos sean una realidad.
Y especialmente, a todas las personas que lo han hecho posible,  socios, y niños y niñas de colegios andaluces que se sienten Unidos en este emocional intercambio.

¡¡ MUCHÍSIMAS GRACIAS, de todo corazón!!

19 agosto, 2016

En El Torno. Última semana de cursos

Vendedoras de yuca junto a la carretera
El lunes, primer día del curso, llegamos al municipio de El Torno y
descubrimos con pesar que una mínima cantidad de docentes hace acto de presencia. Preocupados por ello, el día siguiente visitamos al distrital de educación de la zona. El distrital nos explica, demostrando buen uso de la dialéctica, algunos factores que pueden ayudarnos a comprender la situación. No dejamos que el fuerte calor y la apatía ganen, todos ponemos de nuestra parte para que los cursos sigan adelante. Así, finalmente dos de ellos, los de David y Fabia, siguen en pie. Sin embargo, los otros dos cursos deben ser suspendidos.

Participantes de una actividad
Flor y Palmira, que esta vez no pueden compartir su experiencia con los profesores, deciden ponerle buena cara a la situación. Con esta misma buena cara dedican el tiempo que les ha quedado libre a visitar escuelas. Yovanna e Hipólito, de la gobernación municipal, les facilitan la búsqueda. En las Unidades Educativas Rafael Lara y Naciones Unidas, de El Torno, les reciben con gusto y les dan la posibilidad de pasar un par de horas con los niños. Los cursos atendidos en este tiempo son variados (desde nivel Inicial-Infantil- a sexto de Primaria) e igualmente son variadas las actividades que son llevadas a cabo con ellos. Como voluntarios, nos resulta muy gratificante  esta forma de conocer de cerca la realidad educativa boliviana, en la que tomamos contacto con los niños y les ofrecemos la novedad de nuestra forma de hacer.


Puente colgante sobre el río Piraí
Perezosa y su bebé en la plaza

El Torno es lugar de paso, es un paso constante de vehículos ruidosos, es un mercado constante, es un constante bullicio de gente. Sin embargo, su plaza es agradable como todas las que hemos conocido en Bolivia. Pocos metros más adentro de la carretera sorprende la tranquilidad salvaje del río Piraí, un gran río ancho para nuestros ojos europeos. La otra orilla se presenta con la belleza de una gran masa de árboles.




El viernes conocemos ese otro lado del río mientras nos dirigimos a una unidad educativa. Ha llovido y el verde se muestra especialmente intenso. Cruzar el río en vehículo tipo ranchera es en sí una aventura. Por el camino vemos plantaciones de cítricos: naranjas, mandarinas, limas, limones que se producen aquí y se distribuyen por todo el país. En esta ocasión acudimos todo el equipo, los cuatro voluntarios, y con ello podemos dividirnos para pasar clase con todos los alumnos de esta escuela rural. Virgen María Forestal es una escuela tranquila. Es un cuadrado absolutamente rodeado de pura naturaleza: el lugar forma parte del Parque Natural Amboró.

Foto de grupo en  la Comunidad Forestal
Niños de la escuela Virgen María Forestal
Clausura de los cursos de David y Fabia
La tarde del viernes clausuramos los cursos. Aunque el número de alumnos sea escaso, pensamos que hay receptividad para que AEPECT Solidaria vuelva al Torno con más talleres el próximo año. Los “profes” nos despiden con un “viernes de k’jaras”. Cenar este asado de cerdo y maíz es una costumbre boliviana que marca el comienzo del fin de semana. Para nosotros, marca el punto final de nuestro voluntariado.


Fuerza de equipo

Hoy el grupo se separa. Sin embargo, sentimos que todos los momentos que hemos vivido juntos en Bolivia nos han unido para siempre. 





13 agosto, 2016

Semana de cursos en San Miguel de Velasco


Después de nuestra semana de descanso, el lunes comenzamos de nuevo con nuestros cursos. Aunque en Bolivia se están asfaltando muchas carreteras, la movilidad que nos transporta aún pasa por pistas de tierra. Son horas de viaje, pero por fin... ¡Llegamos a San Miguel de Velasco!

Calles de San Miguel
Con Lidia y Marco, a nuestra llegada


Los cursos de esta semana se imparten en la Unidad Educativa San Pablo. Allí, las hermanas nos acogieron y nos ofrecieron lo que tenían, haciéndonos sentir "como en casa".

No es una semana fácil. Las aulas son pequeñas para la alta cantidad de participantes, y no todos los alumnos muestran interés. Sin embargo, el esfuerzo de muchos, y el hecho de irnos conociendo entre los integrantes de los cursos, hace que las cosas vayan mejorando según avanzan los días. Al final el curso se cierra con éxito. Los profesores quedan esperando nuevos talleres para el año que viene. 

Nos juntamos todos bajo el "tinglado" para hacer el acto de cierre de curso. Somos unas 200 personas entre los docentes (en esta ocasión, alumnos), el alcalde, Marco por parte de la Gobernación, y nosotros como voluntarios de AEPECT. Como anécdota, nos resulta curioso que se sortee un pollo asado mientras esperamos que comience el acto.

Creando, en el taller "Factoría de historias"
Participantes del taller de Fabia

Wisney usando mesa adaptada

El lunes, en compañía de Lidia y Marco, conocemos el centro de Educación Especial FASSIV (Fundación de Ayuda Social de San Ignacio de Velasco, en San Miguel de Velasco). Allí, hacemos una pequeña entrega de material por parte de AEPECT. Son zapatos ortopédicos que ayudarán a caminar a unos cuantos pares de pies. El próximo mes se completará otra entrega de material por parte de la asociación. Wisney lleva puestos sus zapatos nuevos. Está tan feliz con ellos que no se los quiere quitar. 

En una segunda visita al centro, nos sorprenden con un gran recibimiento: nos esperan gran parte de los niños, junto con sus madres, los concejales, y las trabajadoras del centro. El día es lluvioso y fresco, pero la bienvenida es muy cálida, con muchas palabras de agradecimiento. La unión entre madres y niños es palpable, forman una verdadera comunidad. Resulta emocionante conocer los avances de los niños, y la historia del crecimiento de este centro, que en parte se debe al apoyo de AEPECT, la asociación que representamos. Poco a poco, con el esfuerzo conjunto, con la fuerza constante de Nani y de las trabajadores del centro, hay mucho hecho.Y aún queda mucho por hacer.

Endulzamos los oídos de todos contando un cuento. Las madres, a su vez, nos endulzan con bizcochos y bocaditos que han preparado. Paula está guapa con su peinado de trenzas que se ha hecho para la ocasión y nos dice, inocente y coqueta, que hoy está "diferente". Lo mejor, sin duda, es pasar un rato jugando con estos niños tan especiales. Con el juego, nos acercamos y nos conocemos más: Daliana, Pepo, Kevin, Miguel Ángel, Lorena, Daniela...  Hoy no están todos, pero suman 74 niños y jóvenes que son beneficiados por este centro.


Foto de grupo durante la visita a FASSIV
Sonrisas mientras jugamos juntos

El viernes, después de una semana llena de trabajo y de emociones, esperamos el autobús de vuelta a Santa Cruz. Allí conocemos a Alicia.  Es una chica normal de 11 años, va a la escuela, le gusta leer y visitar de vez en cuando a su madrina. Está en la parada esperando la llegada de las "flotas" (autobuses), pues por las tardes se dedica a vender "cuñapé" (empanada de queso) que su madre cocina. 

Ángel de madera en proceso de tallado
Tradicional ángel chiquitano
Una de las tardes nos acercamos al taller de artesanía San Pablo, donde mantienen viva la tradición del tallado de la Chiquitanía. Vemos cómo trabajan los artesanos. Con destreza y a golpe de gubia, saben sacar ángeles y otras preciosas imágenes del alma de madera de cedro.


Nos gusta la visita al taller. Más allá de creencias, nosotros sabemos que esta semana hemos conocido a los verdaderos ángeles de la Chiquitanía: son los niños de FASSIV, son los niños que trabajan como Alicia. Estar cerca de ellos, vivir su realidad, nos da fuerzas extra para nuestra última semana de cursos, pues esperamos que nuestro trabajo como voluntarios sea un grano de arena que repercuta en la infancia.

Próximo destino: El Torno, provincia de Andrés Ibáñez.




07 agosto, 2016

Semana de las fiestas patrias

Desfile de la entrada folklórica universitaria
Esta es la semana de las “fiestas patrias” y por tanto, estamos libres de nuestras obligaciones con los cursos. Volamos a la ciudad de La Paz, estamos deseosos de conocer esta otra parte del país. El desfile de la “entrada folklórica universitaria” es una sorpresa a nuestra llegada. Cada comparsa de estudiantes desfila con un atuendo folklórico que les identifica. Hay mucha fuerza en los bailes y originalidad en sus trajes. Nos da una idea de la mezcla de tradición andina y modernidad joven que es la Paz.

Ciudad de La Paz. Volcán Illimani al fondo
A 3.600 metros de altitud, las calles están llenas de vida, con gente de un lado a otro, vendedores que cantan sus mercancías, tráfico abundante en desordenado orden. Huele a cítrico recién exprimido y a humo de muchos coches. La ciudad de La Paz es la pollera del volcán Illimani: una falda llena de colores y movimiento. Las tres líneas de teleférico son hilos sobre esta falda de multitudes: colores amarillo, rojo y verde. Por la noche, miles de luces encendidas crean una filigrana de brillantes.

Visitamos lugares más o menos cercanos que llevan nombres de astro: Fabia y Flor van a la Isla del Sol en el lago Titicaca, David y Palmira conocen el llamado Valle de la Luna. Son lugares que nos impresionan.

Cumpleaños de Flor
Durante la semana, ocurre un acontecimiento importante: ¡es el cumpleaños de nuestra querida Flor! Lo celebramos como ella lo merece, con una buena cena y una de esas “tortas” tan ricas y tan ricamente decoradas que siempre miramos con ganas en las pastelerías. No faltan unas velas que soplar y unas risas juntos.

Hay tiempo para conocer también el Parque Nacional Madidi. Volamos a Rurrenabaque, para adentramos en la reserva. Vamos en un bote a través del río Beni y después por el río Tuichi, en dirección contraria a las aguas que acabarán en el Amazonas. Avistamos muchas especies de plantas y animales, aprendemos sobre ellas. Representan sólo una pequeña parte de la inmensidad que ofrece Madidi, pues es la reserva que alberga la mayor biodiversidad del mundo.

Entrada a Madidi por el río Beni
Junto a un gran bibosi "pie de elefante"
Una hormiga cortadora de hojas

Es un viaje corto, pero lo vivimos con la intensidad de habernos adentrado en la selva, de no haber sido meros espectadores: hemos caminado entre su vegetación exuberante, nos hemos bañado en sus aguas, hemos dormido entre árboles, hemos escuchado leyendas sobre animales y duendes, hemos aprendido palabras en la lengua que aún suena en la zona, el tacana. No en vano, la selva nos ha atrapado y puede decirse que nos ha enamorado también.
Calle Jaén, la más antigua de La Paz

Helen nos mostró la ciudad de La Paz. Conocimos allí más personas como ella: gente dulce, gente que lleva La Paz en sus ojos.

David fue nuestro guía en Madidi. Conocimos allí más personas como él: gente que anda descalza por la selva, gente que conserva sabiduría sobre sus plantas y continúa usando sus beneficios.

Ha sido una buena semana de descanso. Ya de vuelta en Santa Cruz, nos sentimos con ganas de comenzar nuestra tercera semana de cursos. Con certeza, conoceremos gracias a ello nuevas personas interesantes, como Helen y David, como tantas otras durante las otras dos semanas de cursos. Próximo destino: San Miguel de Velasco.

30 julio, 2016

Semana de curso en Cabezas (provincia Cordillera)

Llegamos a Cabezas de la mano de Rosse Mary, directora de centro y segunda concejal del municipio. En la inauguración de los cursos suenan algunas palabras de bienvenida en guaraní.  Las autoridades y directores de los centros educativos beneficiados nos reciben con los brazos abiertos, pues son pocas las ocasiones en que los docentes tienen oportunidad de seguir formándose. Esto nos otorga responsabilidad y nos da fuerzas para dar lo mejor de nosotros mismos durante la semana.

Alumnos practicando una dinámica
Exposición durante el curso "Aprendamos de los árboles"

En esta ocasión, cada tarde el grupo debe separarse pues impartimos los cursos en localidades distintas: Flor en Mora, Fabia en Zanja Honda, David en Cabezas y Palmira en Abapó. Son kilómetros de distancia de ida y vuelta, tomando “trufis” y “flotas” que no siempre llegan a tiempo. Existen algunos problemas organizativos debido a que nuestra llegada ha sido un poco improvisada, ya que inicialmente los cursos de esta semana se iban a impartir en otra localidad. Sin embargo todo se compensa con la calidez de Rosse Mary y la presencia del concejal Rubén, que tratan de ayudarnos en todo lo posible. La comida casera de Evi, y por supuesto todo lo aportado por nuestros alumnos en los cursos, hacen que nos hayamos sentido acogidos y queridos.

Con niños de la escuela de Abapó
Alumnos de sexto nos esperan en su huerta










El jueves parte del grupo visita la Unidad Educativa 21 de septiembre de Abapó, comunidad guaraní. El proyecto de huertas escolares lleva vivo más de cuarenta años en este centro que dirige Óscar Hugo Aramayo. Son huertos de cultivo ecológico, y el conjunto tan grande que sería más propio llamar al centro huerto escuela. Las plantas crecen gracias al entusiasmo y trabajo conjunto de alumnos, docentes, director, padres y madres. Más importante aún: los niños crecen en aprendizaje mientras hacen crecer las plantas.

Resulta emocionante que cientos de niños y sus maestros nos esperen con tanta ilusión para mostrarnos sus huertas. Nos agasajan con cosas tan valiosas como su sonrisa y productos de su huerta: bolsitas de hierbas medicinales, platos de ensalada y una riquísima sopa de col y zanahoria que comemos juntos. Visitamos algunas aulas también. Todo parece vivo en Abapó. Cada uno de nosotros siente “ika viño yeye” (estoy feliz); cada uno de nosotros quiere decir a cada momento “yasoropay!” (gracias).  


Haciendo una entrega de libros
Igual de interesante nos resulta la visita a  la Comunidad Educativa Nuestra Señora del Carmen en Cabezas. Paul Mejía nos acompaña por las instalaciones. Este internado es un auténtico complejo con centro de formación técnica y secundaria, granjas, huerta, quesería, hornos, taller de corte y confección, centro de fisioterapia, centro de educación especial… Resulta increíble todo lo creado en sólo doce años de existencia del proyecto, gracias al trabajo del afable padre Robert Thames. El centro provee comida, refugio y formación a cientos de jóvenes procedentes de zonas alejadas o en situaciones de necesidad. Proporciona además servicios a la comunidad.
Con Rosse Mary, Paul, padre Robert y niños del centro




22 julio, 2016

Apertura de los cursos. En Concepción (Chiquitanía)

Primera semana de trabajo con el grupo de cuatro “profes” de AEPECT. Semana intensa pues queríamos preparar e impartir bien los cursos, y a la vez no perdernos lo que nos ofrecía Concepción: el lugar, la gente, sus tesoros. Aunque en América vayan las cosas despacio, todo ha pasado muy rápido, como el aletear de un colibrí. El viernes 22, cuando entregamos los certificados y cerramos el curso sentimos satisfacción y el típico desahogo que siente una maestra después de un curso intenso el día que se dan las vacaciones. ¡Viejas sensaciones recuperadas para algunas personas por aquí!
Trabajando en el curso de prevención de riesgos naturales
Salida durante el curso de Flor

Pasaban las ocho de la mañana cuando se realizó la apertura de las jornadas. Ahí estábamos en la Unidad Educativa Fe y Alegría Guadalupe, con las autoridades y los docentes. En un abrir y cerrar de ojos ya estábamos en el aula con nuestro puñado de compañeros mirándonos con curiosidad.


La semana transcurrió con bastante normalidad. Los asistentes mostraban un cierto interés, ponían cuidado en la preparación de sus actividades. Nosotros tratábamos de adaptarnos a su ritmo y demandas. Los resultados creemos que son buenos, ¡da la sensación de que desean probar en el aula las novedades que hayamos podido aportar! Por las tardes nos dedicábamos a visitar y conocer el lugar. Nos maravillaron la iglesia y los soportales de Concepción: la madera oscura torneada, los dibujos de tonos ocres. Las palabras del señor Milton en los museos y en la misma iglesia, su habla pausada y concisa, llenaron de claridad nuestras mentes: indígenas de hasta diez tribus, la llegada de las misiones jesuitas para fundar el pueblo…

Entre el trabajo y las visitas hay tiempo para el descanso
La represa es un lugar interesante para el descanso del cuerpo y de la vista. Tras esa masa de agua que ondeaba con la incesante actividad de sus habitantes, bajo el increíble cielo de los llanos bolivianos, se podía contemplar un anaranjado atardecer como no estamos acostumbrados a ver.


Tejiendo algodón en un telar


    En la comunidad indígena de Santa Rita conocimos manos morenas, manos sabias, que tiñen con plantas el algodón y después lo tejen.

Casas de la comunidad de San Juan
En la comunidad de San Juan, cabañas con techo de hoja de palmera,  hornos para hacer el pan, caballos, gallinas y cerdos sueltos… y las puertas abiertas. Nos agradó la tranquilidad con que nos recibió una familia al acercarnos a su casa. La escuelita era humilde y falta de arreglos, las estanterías de su biblioteca estaban casi vacías, con unos pocos libros en bésiro y castellano. Dos hermanas de cuatro y seis años, Erika y Andrea, nos acompañaron dadas de la mano. San Juan se quedó atrás entre polvo y palmeras, pero a nosotros se nos quedó un poco de esas niñas y de San Juan dentro.

De vuelta a Santa Cruz, subidos en la “flota”, pensamos en lo vivido durante la semana y nos preguntamos cómo será la que empiece. Próxima parada: municipio de Cabezas.

13 julio, 2016

Comienzo del voluntariado AEPECT Bolivia 2016


En el aeropuerto nos reunimos los integrantes del grupo de voluntarios de este año: Flor, Fabia, David, Palmira. Nos despiden Marisol y Alicia, de AEPECT, y Julio Berzal, de Aerolíneas sin Fronteras. Gracias a sus asociaciones, además del equipaje y la ilusión, viajan con nosotros cuatro sillas de ruedas que Infancia Digna se ocupa de entregar en un Centro de Educación Especial en Bolivia. La salida es ya parte de la aventura y no está falta de incidentes, pero llegamos al fin a nuestra puerta de embarque.

El avión nos va acercando a Bolivia, no sólo porque avanza sobre el Atlántico, también porque en la cabina vemos ya rasgos, acentos, modos de hacer.
Aterrizamos en Santa Cruz de la Sierra. Después de meses de espera, trabajo y preparación, después de esas últimas horas de aeropuerto y avión, estamos al fin aquí, ¡pisamos suelo boliviano!. Nos recibe sonriente Lidia Mayser, de la Asociación Infancia Digna. Tonos anaranjados en el cielo: un amanecer que parece símbolo del comienzo de esta experiencia, de muchas cosas que están por venir.

Nos agrada el patio del hostal donde nos alojamos, con sus simpáticos tucanes y sus plantas exóticas.

En estos primeros días nos movemos de un lado a otro por la ciudad, haciendo compras y gestiones para los cursos que impartiremos. De camino observamos, escuchamos, saboreamos, vamos descubriendo. Nombres del todo exóticos que oímos por primera vez, como suruki, bibosi, mocochinchi, urucú, comienzan a tomar significado en nosotros. Nombres y rostros que acabamos de conocer, de personas que nos ayudan –Lidia, Marco, José-, empiezan a resultarnos familiares y a formar parte de nuestro agradecimiento.

La próxima semana es ya la primera de nuestros cursos. Primer destino… Concepción.