26 julio, 2015

MMAA, BOLIVIA. 

TRATOS POR EL BUEN TRATO, compromisos adoptados por quienes han de llevarlos a cabo, reivindicados por quienes notan la carencia, y expresados por l@s que vinimos a verlo. Tratado queda con el Secretario de Recursos de la Alcaldía de Concepción: DESAYUNOS ESCOLARES 200 DÍAS AL AÑO PARA KINDER Y PRIMARIA EN TODAS LAS LOCALIDADES. 

Como si volviésemos a casa tras un largo viaje, entramos en la ya nocturna Santa Cruz, en el ya familiar Residencial Bolivar. saludos de reencuentros, ilusiones encontradas, decidimos hacer un gran uso del fin de semana, saboreando más que nunca el agua caliente, el vino tinto y el jaaz del “bolicheo” nocturno, con la mejor de las compañías, compañeras de proyecto e ilusión, Carmen y Olga, con las que recorrimos la ciudad, descansamos y nos cansamos en ella, y la disfrutamos con esa sensación del que sabe valorar la comodidad tras haberla perdido, del que empieza a conocer el valor del instante presente y el agradecimiento al mismo.

Con la ilusión del que vendrá y como del primer taller se tratase, nos pusimos rumbo a fronteras brasileñas por las famosas carreteras en un “trufic” a manos de su conductor, que pese a la dificultad del terreno, parecía haber desarrollado una gran habilidad para conducir con los codos mientras hablaba por el móvil. Por suerte algunos estábamos dormidos y no presenciamos tal escenario, l@ demás no tuvieron más remedio que dejarse llevar y confiar aún cuando un@ no confía.

La oscuridad de la noche nos mantenía el secreto de lo que estaba por venir, pero como nada es eterno, el telón se levantó y ahí estaba... la iglesia de San Julian. - Hay que ser muy impresionante para impresionarnos- , dijimos a la que llaman la casa de Dios, y sin duda alguna, ella lo era! Como si de un escenario preparado se tratase, la luna con sus inseparables venus y júpiter, se alineaban sobre la enorme construcción de madera, enormes vigas en las que al posar las manos, se sentía la vida aún dentro. Descalzos sobre el césped, con enorme sonrisa dibujada y fotografiando la escena en un intento absurdo de no olvidar lo inolvidable, respiramos la primera maravilla del día, la segunda... nuestro destino, Concepción.

Concepción, aldea tallada de madera robusta, de selva escondida entre aparente campo, de olor tardío a grasa de ubre apetecible quemada, tierra de caminos rojos sin asfaltar, de laberintos de calles simétricas.. Bella como pocas cosas hemos visto, tranquila como pocas veces nos hemos sentido.

Acogidos en la encantadora casona y alimentados en el buen gusto, dimos paso a una semana de talleres abarrotados que nos dejaron sin voz, atascaron las fotocopiadoras, pusieron a prueba nuestros recursos y nos hicieron adaptar todo cuanto habíamos preparado.
Trabajar más y descansar menos sabe mejor cuando abres la puerta de un aula en la que apenas se cabe, en la que la pregunta más sonada es ¿y vosotros cómo lo hacéis?, cuando no hay tiempo para compartir lo que un@ desea y faltan horas al día para escuchar todo lo que querrías.
Producto sin duda del ya famoso “no pasa nada”, colgamos en los percheros a los adultos y la creatividad hizo lo demás, y como el crear poco tiene de copiar, dejamos de reproducir para producir.

Y aún faltando tiempo para algunas cosas, tiempo hubo para el análisis del cumplimiento de aquello que el papel dice pero el/la que debe no hace, para acercarnos a la realidad después de haber idealizado una ley que por algunos lugares que deberían ser infranqueables, hace aguas. Y con la mayor muestra de empatía que pudimos tener, sabiendo que entre otras cosas, también compartimos promesas incumplidas desde arriba, prestamos voz en forma de la primera persona del plural con las preguntas de los que hacen a diario en las aulas, lo hicimos después para las respuestas y promesas posteriores de l@s que han de cumplirlas.

Los días pasaban tan rápido como se mueve el cielo de Bolivia, trayéndonos frases como la de nuestra compañera Mónica, que mientras nos mostraba la especialidad a la que siempre llamamos especial nos dijo “aquí uno no puede mostrarse indiferente”... Indiferente es imposible quedarse cuando uno descubre que el Braille no ha llegado y las maestras recortan en relieve para las dificultades de visión, aquel/aquella que no puede andar para ir al colegio no tendrá ninguna otra opción de hacerlo más que viviendo de la caridad de los demás, a la inexistencia de becas o ayudas sociales ... NO Mónica, trataremos de no volver a mostrarnos indiferentes ante esto, y sintiendo que exista tu lucha a estas alturas, nos alegra saber que eres tú la que estás al mando.


Amaneciendo bonito, abandonamos Concepción, tras tratar de impregnarnos de aquellos lugares donde la civilización occidental aún ni se asomó, viendo caras longevas de dientes ausentes, lavanderías rocosas con mujeres charlando, agricultores tostados por los años de solano, ausencia de aluminio con ecceso de madera...Y con la sensación de haber hecho los deberes, de saber que hay que cerrar por ahora... Nos vamos, nos marchamos de aquí enamorados, y con la libertad que ofrece el amor, Concepción nos deja ir abriéndonos las carreteras en un largo viaje que da para la revisión musical completa de la década de los 80 en su versión pastel, y sin necesidad de ir al karaoke local como hicimos nosotr@s, esperamos oír sus voces al otro lado del océano, hablen alto y claro, tienen mucho que decir, nosotr@s ya oímos, anotado queda COMPAÑER@S!  















19 julio, 2015


 Sabiendo que una imagen vale más que mil palabras, estamos recogiendo cada momento vivido, aunque por dificultades de conexión aún no hemos podido publicarlas... Esperamos pronto podáis ver a través de nuestras fotografías las vivencias que estamos teniendo!!








Santa Cruz nos recibió a la vez que daba la bienvenida al temprano día.


Algo temeros@s por no poder hacer llegar el material que AEPECT nos entregaba para diferentes localidades, inventamos tantas coartadas como horas de vuelo para explicarlo, aunque por suerte ninguna fue necesaria al aterrizar en la gran ciudad de los anillos.

Buscando a la única cara conocida a este lado del océano y cuya única referencia era una mala conexión vía skype meses atrás, nos encontramos con Lidia Mayser, que desde ese momento se haría cargo de nosotr@s ofreciéndonos esa calidez y confianza que un@ necesita cuando está a más de 11.000 kilómetros de casa, allá donde “quechua” es una lengua y nada tiene que ver con una gran marca de equipamento deportivo, allá donde el parchís es a día de hoy un gran descubrimiento, y la ducha y la electricidad pueden formar parte del mismo aparato.


Con las caras pegadas a la ventanilla y los oídos en los proyectos de la “Lisen Mayser”, llegamos a la primera parada en aquella ciudad que cuanto menos se nos antojaba peculiar en su cableado, multitudinaria en sus mercados, humilde en sus calles y curiosa en su gastronomía. Antojo que tuvimos el placer de satisfacer durante los días en los que el Residencial Bolivar fue nuestro hogar, sus inquilinos colegas de intercambio y sus calles entretenimiento y objeto de investigación.


Tiempo tuvimos de relajarnos y ponernos en forma, desconocedor@s por completo por aquél entonces de que lo que creíamos austeridad se convertiría en lujo, lo que parecía despacio acabaría siendo rápido.


Y abandonando los anillos, uno a uno, nos adentramos en la carretera que nos llevaría al primer destino, General Saavedra.



Durante el trayecto, la arboleda nos avisó que andábamos rumbo a Brasil, el jardín de nuestro lugar de residencia (Casa de Ilda), nos lo confirmaría después.

Y como uno ha de comprender que no vive solo en el mundo para empatizar con los demás, no nos quedó otra que combatir los inumerables mosquitos con una armadura invencible de mosquiteras,  resistiéndose los insectos primero, dejándonos lugar, después.ç

Y allí vivimos, con Ilda y Guadalupe como embajadoras de la gastronomía del municipio, conociendo todas las formas posibles de cocinar el arroz y la yuca, sin dejar de usar el queso como ingrediente principal; con Mariana y Eduardo poniendo el toque infantil que todo hogar necesita para que sus habitantes no dejen de reír y por qué no, tampoco de bailar.

Y aunque tod@s tratamos de dibujar en nuestras mentes el centro donde íbamos a trabajar, ni por asomo nos acercamos al escenario real.

Centro de aulas despobladas con paredes grafiteadas, poseía, al igual que el país, una riqueza inigualable en naturaleza.

Sin poder evitarlo al contemplar el paisaje, comenzamos a imaginar qué siente un niñ@ cuando tiene en su centro unos árboles en los que trepar, jardines en los que sembrar, aire puro que respirar... Nos preguntamos también qué siente un niñ@ cuando asiste a clase de cristales rotos con un abrigo que no combate el frío del surazo, qué siente cuando el agua se apodera del espacio sin previo aviso obligándoles a permanecer en sus hogares, no menos mojados.

Viviéndolo para dejar de preguntárnoslo, pasamos la semana, estrenando talleres, con nervios al principio, clama después. Cercanía lejana en un primer momento, cercanía cercana un solo instante después.

A pesar de los impecables talleres escritos en España, los recursos estudiados y materiales impolutos preparados, poco tardamos en cerrar los libros; casi el mimos tiempo que en adquirir el horario boliviano y el “voy despacito” por bandera del país, que lejos de suponernos un problema, nos hizo reflexionar sobre cómo vivimos, cuánto nos exigimos, qué poco observamos.

El yoga, el huerto, las mates y los materiales reciclados callaron para oír, y hablaron para compartir. Y ahí, con un poco de ti y otro de mí, empezamos a formar un nostor@s.

Un nosotr@s en el que no sabemos qué aprendieron ell@s, pero tenemos claro qué nos llevamos nosotr@s, y de la gran lista, destacamos el “todo está bien”, a pesar de todo, siempre todo está bien... Cuánto nos queda por aprender de eso!

Bañados en humildad por las mañanas, recorrimos pequeñas localidades incomunicadas por la tarde, para no perder la esencia del baño.

Caminos que nos hacían detener la “movilidad” en mitad de la noche embarrados gritando de emoción ante el cielo más estrellado que jamás vimos, caminos que nos presentaban tucanes, nos adentraban en las inmensas plantaciones de caña... Caminos que a mano de Lidia nos llevaron a la escuela de 6 de Agosto, de la de Alicia y Javier a Pozas Caimanes.

Y es entonces, cuando toda la belleza vista, todo ese paisaje que te hace vibrar desde dentro, se desborda en emoción, y en emoción se transformó viendo otra realidad, una que creíamos conocer, pero de la que realmente no teníamos idea, y ante la que te preguntas ¿Dónde está Dios? O mejor aún ¿Dónde he estado yo?

Sin saber muy bien donde estuvimos antes, pero sabiendo que ahora estábamos allí, decidimos hacer un reportaje de las situaciones de estas escuelas, con la sensación de querer barrer un desierto, pero con la misma certeza de que hemos de respirar para vivir, nos pusimos manos a la obra.

Y casi sin darnos cuenta, a pesar de haber tratado de estar presentes, nos hayábamos en las cálidas despedidas, últimos consejos de cómo hacer crema de café y en promesas inciertas de volver.
No sabemos cuánto tiempo permanecerán, pero hoy, más que el coche, llevamos lo corazones repletos.

Saavedra, tienen ustedes mucho de al mal tiempo buena cara y mucha cara de buena gente, de esa que uno no tiene que mirar dos veces para darse cuenta de lo auténtica que es.

Gracias por el aprendizaje MAESTR@S.



                                           Materiales adaptados para escuelas bolivianas
 
Llegada al aeropuerto

 
                                                                    Calles de Santa Cruz
 
Colegio de Saavedra
 



Escuelas rurales






    Talleres

14 julio, 2015

Letrillas del Perú

Letrillas del Perú

En julio de dos mil quince
nos vamos a hacer las Indias…
con Anna y con Samanta
y con Maite, todas juntas.



Vamos de guais voluntarias
a capacitar a profes…
o a ver si aprendemos algo
sin tener que echar el bofe.

Llegamos al aeropuerto:
nos esperaban ayer…
pero hoy, “usted disculpe”
las cosas van del revés.

Nuestro carro echando humo,
pateamos barriadas,
cenamos como peruanos…
y acabamos derrotadas.

Estas chicas son guerreras:
Cuando un “choro” les acosa
para chorarles la bolsa,
ellas le miran…y él vuela.

Microbuses nos increpan,
lo colonial en ruinas,
el autobús frena y pita,
mercadillos en descuida.



Lima de los diez millones:
el pueblo se busca el cuento
lo público, ni se sabe:
la patria, hueca por dentro.

Telenovelas rosadas,
románticas y lloreras
insufriblemente ñoñas…
¡como si hubiese princesas!

El sábado, a La Oroya
con Gunter, as del volante:
tres mil metros cuesta arriba
en un vuelo espeluznante.


Y llegamos a un páramo
de roca pelada y fierros
de frío y de mareo:
Nos sentimos como náufragos.



Abombadas del sorochi
estuvimos el domingo,
en un hotel de mineros
hoy de chinos, no de gringos.


El lunes, últimas compras
los nervios del “ya empezamos”,
“¿se habrán apuntado muchos?

“¿seremos un buen reclamo?”.

Continuará....

09 julio, 2015

3, 2, 1... Despegando!

Provando... provando....

Hola, soy Anna,  me pedí la tarea de ir escribiendo en este blog para que sepáis de nuestras andaduras, así que hoy me estreno con unas cuantas imágenes de las maletas que llevamos semanas armando y que por fin ya están cerradas. En estas maletas se recoge lo que en realidad, han sido meses de trabajo, de ilusión, de descubrimiento y de crecer dentro de este nuevo grupo de AEPECT 2015, por eso será que van bien hermosas .)





Toñi, Sam, Maite, Manolo y yo somos los aventurados que viajaremos a Perú. Mañana, a la madrugada aterrizaremos en Lima, y tan pronto como las carreteras nos lo permitan, viajaremos hasta los 3600m de La Oroya, donde empiezan nuestros cursos. Como debéis imaginar ¡Las ganas de empezar nos superan!

En unas horas nos reuniremos desde Sevilla, Melilla, Valencia y Barcelona, junto con los compañeros que viajan a Bolivia, a los que esperamos ver también durante el viaje, y a los que les deseamos lo mejorcito!

Poco más que añadir, las noticias y las cosas importantes aún están por ocurrir, así que nos reservamos para más adelante, de momento os confesamos las ganas de empezar y de aprender que nos desbordan, de dejar los miedos atrás y de compartir esta inigualable experiencia. Queremos agradecer además a David, Marisol, Alícia, Mª Carmen, Domingo, Olga y Pili todo el esfuerzo y el trabajo que han realizado para conseguir que esto sea posible.

Os seguiremos informando...

Un fuerte abrazo.



Nos dieron instrucciones claras y consejos específicos, listas de equipaje y pautas para los proyectos. Hoy, cerrando las maletas y con la eterna sensación de que "se nos olvida algo", haremos la vista gorda, respiraremos hondo y ensayando para lo que está por venir, activaremos el modo "despacito" para no olvidar lo más importante... AGRADECER.
Nos marchamos repletos de gratitud, a las personas, situaciones e intuiciones que nos trajeron hasta aquí, a l@s que nos presentaron la idea con tan gran entusiasmo que fue imposible decir no (aún con los miedos tratándolo por todos los medios) y nos ayudaron a darle forma como si de esculturas preciosas se tratasen. Agradecimiento a las personas que nos dicen hasta luego con el sabor tan intenso de amar con libertad y apoyar a l@s que quieres en sus proyectos, a tod@s l@s que nos ayudaron a fotocopiar, imprimir, escanear, cortar, crear, imaginar, y que de camino soportaron con agrado alguna que otra mala cara o comentario fuera de lugar producto del estrés y las prisas. A l@s que os habéis emocionado con esto tanto como nosotr@s y nos habéis llenado el alma (menos mal que no la mochila) con vuestros "vamos con vosotr@s, no estáis sol@s, adelante...". Agradecemos sin duda al país y ciudades que dejamos las oportunidades que nos brindan de vivir en nuestra zona de confort, nuestra lengua, nuestros paisajes, grastronomía, música... A eso que tanto se añora cuando uno está fuera, y que al regreso sabe tan bien!!
Pero sin duda hoy, la mayor de las gratitudes van para lo que está por venir.
Sin poder enumerarlo porque la flexibilidad, la improvisación y la falta de expectativas, se apoderan del viaje, damos las gracias al país que nos recibe, a las personas que nos esperan para compartir, a la cultura de la que deseamos impregnarnos y al paisaje que nos espera para ser recorrido.
Así que con toda nuestra esencia, en un estado contrapuesto de valentía y cobardía, alegría y tristeza, seguridad e inseguridad... Con un estado confuso pero certero... MARCHAMOS!!!!!
Estamos seguros de que en muchos momentos un recuerdo, un olor, una ima
gen o un sabor, nos traerá a vosotr@s, y a ello acudiremos, sin olvidar que estaremos presentes para vivir cada instante con la intensidad que se merece.
Hoy el sistema educativo español y boliviano están más cerca que nunca, y como claros defensores de las "no barreras", en esta cruzada de inmenso charco, acercamos continentes no sólo con nuestros proyectos, sino además y más aún con nuestro ser.
BOLIVIA, ahora tú eres nuestra maestra, con todos los sentidos, nos dejamos sentir...







Ahmed, Álvaro, Marina y Marta, grupo boliviano (AAMM).