Santa Cruz de la Sierra. Martes 7 de julio de 2010.
Me siento como un periodista que acaba de llegar de un día de intenso trabajo y que, una vez caída la noche, se sienta en la cama de su hotel con el ordenador en las piernas, presto a escribir la crónica del día.
Nos os engañéis. Ni soy periodista, ni hemos tenido un duro día de trabajo, ni voy a escribir nada especial. Simplemente, trasladaré aquí las primeras sensaciones de nuestros primeros minutos en Bolivia.
Once horas de vuelo son muchas horas, por mucho que tuviéramos la inmensa fortuna de contar con el apoyo de Julio de Aviación Sin Frotenteras, gracias a quién pudimos volar en clase club. No penséis que el vuelo fue un agasajo constante por parte de los tripulantes. No fue así, pero bueno, el simple hecho de poder disfrutar de asientos más amplios de los normales ya merece una reseña.
LLegar a las 3 de la mañana al destino tampoco es fácil, pero se da por bien empleado si el recibimiento lo hace alguien como Kathy (perdón, pero aún no sé cómo se escribe exáctamente, me esmeraré en el próximo post). 10 minutos de viaje fueron suficientes para darse cuenta (uno que no es muy avispado para estas cosas) de que estamos ante alguien muy especial. El día de hoy no ha hecho más que confirmar esta idea.
Con algo de fuerzas recuperadas, a las 9 nos hemos reencontrado para desayunar y comenzar un paseo por Santa Cruz. Nada como las piernas, los ojos y las ganas para ir descubriendo, poco a poco, la ciudad que nos acogerá durante unos días. No es una ciudad monumental, pero sus organizadísimas calles merecen la pena ser pateadas una y otra vez.
Una cuestión menor pero que a mí me ha encantado: toda la jornada la hemos compartido juntos los dos grupos. En total diez personas paseando, haciendo fotos, sonriendo, ayudando. Ni una sola queja, ni un solo lamento. Esto tiene muy buena pinta.
Y a las 14: 30 (hora local)... pues sí: FÚTBOL! No podíamos dejar de verlo y lo hemos visto. Kathy nos ha invitado a su casa, nos ha agasajado con cervezas, nachos, platanos verdes fritos (no recuerdo el nombre, mañana corrijo el post) y su compañía y la de sus 3 hijos. Gran momento. Enorme la pasión empleada por todos los cooperantes y enorme el golazo de Puyol. El domingo la final contra Holanda: hay que verla.
Por la tarde, último paseo, reunión intensa de las coordinadoras con Lidia y vuelta al hotel a revisar el día, repasar cuentas, revisar fotos y, algunos, a hacernos los periodistas por un día.
A descansar que mañana hay más.
Pd: S, la foto está pendiente, pero es que ahora me da pereza... Por cierto, el clima espectacular. Tanto, que ha esperado hasta que estemos en el hotel para ponerse a diluviar...
Un saludo a todos de parte del grupo de Chiquitanía: Laura, Paloma, Lola, Beatriz y Juanlu
Me siento como un periodista que acaba de llegar de un día de intenso trabajo y que, una vez caída la noche, se sienta en la cama de su hotel con el ordenador en las piernas, presto a escribir la crónica del día.
Nos os engañéis. Ni soy periodista, ni hemos tenido un duro día de trabajo, ni voy a escribir nada especial. Simplemente, trasladaré aquí las primeras sensaciones de nuestros primeros minutos en Bolivia.
Once horas de vuelo son muchas horas, por mucho que tuviéramos la inmensa fortuna de contar con el apoyo de Julio de Aviación Sin Frotenteras, gracias a quién pudimos volar en clase club. No penséis que el vuelo fue un agasajo constante por parte de los tripulantes. No fue así, pero bueno, el simple hecho de poder disfrutar de asientos más amplios de los normales ya merece una reseña.
LLegar a las 3 de la mañana al destino tampoco es fácil, pero se da por bien empleado si el recibimiento lo hace alguien como Kathy (perdón, pero aún no sé cómo se escribe exáctamente, me esmeraré en el próximo post). 10 minutos de viaje fueron suficientes para darse cuenta (uno que no es muy avispado para estas cosas) de que estamos ante alguien muy especial. El día de hoy no ha hecho más que confirmar esta idea.
Con algo de fuerzas recuperadas, a las 9 nos hemos reencontrado para desayunar y comenzar un paseo por Santa Cruz. Nada como las piernas, los ojos y las ganas para ir descubriendo, poco a poco, la ciudad que nos acogerá durante unos días. No es una ciudad monumental, pero sus organizadísimas calles merecen la pena ser pateadas una y otra vez.
Una cuestión menor pero que a mí me ha encantado: toda la jornada la hemos compartido juntos los dos grupos. En total diez personas paseando, haciendo fotos, sonriendo, ayudando. Ni una sola queja, ni un solo lamento. Esto tiene muy buena pinta.
Y a las 14: 30 (hora local)... pues sí: FÚTBOL! No podíamos dejar de verlo y lo hemos visto. Kathy nos ha invitado a su casa, nos ha agasajado con cervezas, nachos, platanos verdes fritos (no recuerdo el nombre, mañana corrijo el post) y su compañía y la de sus 3 hijos. Gran momento. Enorme la pasión empleada por todos los cooperantes y enorme el golazo de Puyol. El domingo la final contra Holanda: hay que verla.
Por la tarde, último paseo, reunión intensa de las coordinadoras con Lidia y vuelta al hotel a revisar el día, repasar cuentas, revisar fotos y, algunos, a hacernos los periodistas por un día.
A descansar que mañana hay más.
Pd: S, la foto está pendiente, pero es que ahora me da pereza... Por cierto, el clima espectacular. Tanto, que ha esperado hasta que estemos en el hotel para ponerse a diluviar...
Un saludo a todos de parte del grupo de Chiquitanía: Laura, Paloma, Lola, Beatriz y Juanlu
2 comentarios:
Ayyyyyy que ya me estoy emocionando y es el primer post......
Lamentable el Enric González de garrafón. Si te has equivocado hasta en la fecha, artista jajaja.
Un abrazo de parte del grupo de Tacna que os envidida enormemente que hayáis podido ver en directo el gol de Puyol. Cuando por fin lleguemos a Tacna (dentro de unas horas, esperamos) intentaremos postear algo, y con foto y todo.
Saludos
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